Este año decidí que decoraría mi árbol de Navidad como nunca antes lo había hecho. Se me vino la idea de hacer que mi árbol floreciera, busqué entre mis adornos y lo llené de flores.
Le pregunté a mi hijo si le gustaba mi diseño y me respondió: “mami eso no es posible, en la Navidad hace frío, nieva, los árboles no podrían dar flores” me dijo con un tono bromista. A lo que yo le contesté: pues eso solo pasa en el “mundo de lo que conocemos”, en el “mundo de lo desconocido” hay múltiples posibilidades para todo. Eso me inspiro a escribir este artículo:
Cuántas cosas nos perdemos por seguir las reglas establecidas, las reglas que hemos adoptado de la sociedad, de filosofías religiosas, de nuestros padres, educación. A veces ni sabemos por qué hacemos, o dejamos de hacer cosas que deseamos; ya está instituido en nosotros, cómo debemos actuar, pensar y reaccionar ante las personas o situaciones que vivimos.
¿Y si empezáramos a ver la vida de una forma diferente, con curiosidad? Sí, esa misma curiosidad que nos hace probar una receta de cocina nueva, tomar una ruta diferente para ir al trabajo o hacernos un nuevo peinado. Esa curiosidad que nos permite poner en duda las creencias que no nos dejan avanzar. Se me vienen a la mente algunas ideas con las que crecimos muchas de nosotras:
“El matrimonio es para siempre”, una creencia que muchas veces te obliga a mantenerte en una relación aunque no te sientas feliz.
“Tienes que sacrificarte para obtener lo que deseas”, por lo que nos aferramos a un puesto de trabajo que nos trae estrés y aburrimiento.
Nos anulamos como personas y dejamos ir nuestros sueños, porque crecimos con la idea de que: “Para las mujeres lo primero deben ser los hijos y el marido” como me decía mi abuelita.
¿Cómo podemos dejar de ver como normales este tipo de creencias limitantes?
Dudando.
Dudando que lo que creemos es la verdad absoluta, abriendo la mente a que hay otras opciones para ti. Puede que en este momento no las veas, pero existen y las encuentras cuando decides buscarlas fuera de lo que siempre has dado por cierto.
Se puede vivir en plenitud sin importar tus circunstancias y para esto se necesita valor; dejar a un lado el temor a equivocarte, a cambiar aunque te critiquen, a esperar flores en invierno.
¿Te atreves?
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Excelente amiga… Tú y tus sabias palabras. Un abrazo
Amiga bella gracias, te mando un abrazo ♥️
Excelente Kenise. Sabías palabras. Me atrevo a cambiar.
Millón bendiciones 🌹🙏.
Un abrazo Jemny ♥️